sábado, 20 de septiembre de 2008

De pie



Y de pronto se rompió. Se fragmentó en mil pedazos. Dispersos por el aire, enajenados de materia, frágiles criaturas inconsistentes, volaron. Tan lejos como se les permitió. Y no volvieron a reunirse. Fueron partes ínfimas de materialidades ajenas. Pequeños milagros de la cotidianeidad. Historias enanas. Sueños vanos. Realidades efímeras. Tan efímeras como la felicidad misma. Y entonces, cuando el distanciamiento de lo acaecido deja un vacío intacto, aparece el temor de lo desconocido. Que se acentúa y permanece en ese rincón de la desesperanza. Pero allí estás vos, otra vez de pie, para recomenzar con el doloroso sueño de vivir.

2 comentarios:

  1. - Esta todo dicho, que otras palabras se podrían agregar, ninguna. Magnífico. Ade

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  2. Gracias Ade. Otra vez de pie! verdad?
    Besos y gracias por pasar.

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