
Entre las baldosas húmedas de otoño, crece solitaria, la rebeldía de tu paso. Caminás a saltos sobre tus zapatillas demasiado anchas. Tus dos palitos por piernas, bailotean al compás de una música invisible. Melodías quebradas, voces repetidas.
Nada impide que un vuelo de palomas grises nuble el cielo demasiado azul de una tarde de marzo.
Seguís tu camino sobre las piedras de colores. Como tus capas de piel. Te detenés encandilado de sueños. Y acelerás cuando el hombrecito te guiña un ojo.
Un golpe. Sólo uno. Y te unís al vuelo.
Foto Flickr.com
3 comentarios:
Hermosa la sensación de estar volando
o quizá sea la imagen que te lleva a pensar, o más bien sentir, la levedad de los pies..
gracias por tan maravillosa sensación!
saludos
ojala lo logremos, quien lo dice.
volar........
cariños
Qué bueno, chicas, que este relato les haya transmitido esa hermosa sensación!
Besos y gracias por pasar.
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